Es fundamental aumentar la demanda de suministro de energía producida con tecnologías de conversión de materiales renovables abundantes, y al mismo tiempo reducir las emisiones de CO2.

Por lo tanto, en el contexto de una economía circular, materiales residuales de la producción industrial y de desechos orgánicos, incluida la biomasa, en vez de ser desechados en los vertederos, mediante la utilización de tecnologías eficientes pueden ser transformados para recuperar su energía. Entre los tratamientos termoquímicos, la conversión térmica y la gasificación son soluciones altamente atractivas.
En los próximos 25 años las economías emergentes duplicarán la generación de residuos. Actualmente, el 75% de estos residuos terminan en vertederos e incineradores para la generación de energía eléctrica, y solo el 25% se recicla. Tanto la gasificación como la conversión térmica brindan opciones para producir energía renovable limpia. Ambas no son tecnologías nuevas, sin embargo, son bastante nuevas en el mercado. El uso para la recuperación de energía a partir de residuos es un dominio relativamente nuevo.
Aplicación y perspectivas de la conversión térmica a pequeña escala en la economía circular
Las tecnologías de conversión son procesos térmicos, químicos, mecánicos y/o biológicos capaces de convertir desechos sólidos y líquidos residuales en energía renovable limpia y útil; productos químicos y combustibles ecológicos.
Durante las últimas décadas el creciente consumo de energía, el impulso demográfico, la expansión de la industrialización y el uso extensivo de combustibles fósiles que sigue dominando, han creado preocupaciones ambientales con consecuencias climáticas. Sin embargo, las nuevas alternativas de generación de energía, como la eólica, solar, geotérmica, mareomotriz, la recuperación de residuos y la biomasa, son ahora más eficientes y populares.
El aumento de la demanda de suministro de energía a partir de desechos orgánicos renovables, que son abundantes, es fundamental para producir combustibles ecológicos asequibles utilizando tecnologías de conversión y, al mismo tiempo, reducir las emisiones de CO2.
La jerarquía de residuos y los procesos de conversión de su conversión en energía
Es importante enfatizar que la jerarquía actual de desechos refleja en gran medida la opción ambiental preferida desde una perspectiva climática: la eliminación en vertederos o la incineración con poca o ninguna recuperación de energía es a menudo la opción menos favorable para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por el contrario, la prevención, la reutilización y el reciclaje de los residuos tienen el mayor potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Para los flujos de residuos que no pueden clasificarse fácilmente, la conversión térmica es la mejor opción desde un punto de vista ambiental y económico.
Es evidente que la recuperación de energía mediante la conversión térmica es preferible al reciclaje.
¿Son las tecnologías de conversión otra forma de incineración?
La incineración es literalmente la quema (combustión) de sustancias orgánicas contenidas en materiales de desecho en un ambiente rico en oxígeno donde el material se quema y produce calor y dióxido de carbono, junto con una variedad de otros contaminantes que incluyen dioxinas, furanos, NOx y SOx. A diferencia de los incineradores, las tecnologías de conversión, incluida la gasificación, la conversión térmica, la digestión anaeróbica y otros procesos, no queman desechos. Son procesos térmicos, mecánicos y biológicos sin combustión que convierten materiales orgánicos en combustibles verdes, energía renovable limpia y otros productos comercializables.
Conversión térmica vs. incineración
La conversión térmica tiene una serie de ventajas importantes sobre la incineración.
• La conversión térmica para el tratamiento de RSU y otros desechos demuestra un excelente rendimiento práctico en el control de emisiones de sustancias nocivas como las dioxinas, con niveles considerablemente más bajos que los requisitos reglamentarios.
• Dependiendo del material que ingrese, la planta es autosustentable, solamente requiere combustible, como el gas natural para el inicio de la operación.
• La planta de conversión térmica no produce efluentes de aguas residuales del sistema de limpieza de gases. Esta evidente ventaja ambiental hace que el sistema sea menos costoso.
• El material sólido no orgánico puede separarse del negro de humo y enviarse a un vertedero para su eliminación.
• El negro de humo tiene multitud de usos industriales y comerciales.
• Los metales recuperados (como en los neumáticos viejos) no se oxidan y se pueden volver a utilizar.
• La conversión térmica puede tratar residuos de bajo y alto poder calorífico.
Conclusión
A diferencia de la incineración, la tecnología de conversión térmica de PuraEnviro convierte diversas materias primas, incluidos los desechos orgánicos, en gas de síntesis y combustibles ecológicos. La conversión termoquímica de la biomasa se está convirtiendo en una herramienta importante en el desarrollo de energía no derivada de los combustibles fósiles.
La conversión térmica y la gasificación pueden procesar grandes cantidades de desechos bio-industriales para crear recursos locales de energía renovable en una economía circular.
En un futuro próximo, la valorización de la biomasa residual tendrá un efecto positivo en una economía sostenida y en el bienestar de la población. Por ejemplo, como alternativa al desarrollo de redes eléctricas intensivas en capital, uno de los problemas del suministro de energía en áreas escasamente pobladas puede resolverse impulsando la conversión térmica en combinación con el desarrollo de microrredes, y en aplicaciones industriales, en complemento con el suministro de energía de las empresas eléctricas.
Esta tecnología no solo no compite con el reciclaje, sino que sirve para mejorar los programas de reciclaje. En una economía circular, el preprocesamiento y el procesamiento deben aumentar el volumen de materiales reciclables. Además, un volumen importante de residuos de la agricultura, la silvicultura, la producción ganadera, la madera de segunda calidad y el papel al final de su vida útil que no pueden clasificarse ni reciclarse de otro modo constituyen buenas materias primas de alto valor energético para la gasificación, los combustibles renovables y los fertilizantes.
Oportunidades para Plantas Modulares de Conversión Térmica en Zonas No Interconectadas.
